Un censo para el olvido fue lo que experimentó la población peruana este fin de semana. Escándalos por robos, agresiones e incluso la violación a una empadronadora, fueron la otra cara de la jornada promovida por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Y es que los problemas comenzaron desde muy temprano, cuando los propios empadronadores expresaron su malestar por no recibir a tiempo el material para iniciar las actividades.
A esto se sumó, la polémica desatada por la publicidad de empresas y una conocida casa de estudios en los stickers colocados en las casas.
Los nombres que figuran son los de la Universidad César Vallejo, de propiedad del ex candidato presidencial César Acuña, y el de la empresa NAOW Group Perú SAC.
Este convenio permite que el INEI entregue información estadística del Censo Nacional 2017 a estas insituciones.
Luego, como si no fuera suficiente, las humillaciones a quienes acudieron a interrogar a los miembros de la familia. En las redes sociales, usuarios se burlaron de la pregunta referida a la identificación étnica y, sin reparos, agredieron verbalmente al personal del censo.
Por si fuera poco, pese a la orden de inamovilidad iniciada a las 8 de la mañana, la Policía tuvo que intervenir a varios sujetos que se encontraban durmiendo en la calle bajo los efectos del alcohol.
Pero, el caso más indignante sucedió en Villa El Salvador y fue la violación a una mujer de 37 años cuando participaba como empadronadora en el Censo Nacional 2017.
Según la denuncia, la agresión sexual ocurrió en el domicilio del sujeto cuando ella realizaba su trabajo.
En definitiva, actos que reflejan la falta de seriedad con la que el INEI realizó el censo, por lo que ahora solo le corresponde responder y asumir toda la responsabilidad.
