La captura de Manuel Rubén Abimael Guzmán Reynoso, ocurrida en Surquillo, Lima, en 1992, marcó un hito y el cierre de un capítulo en la historia del Perú. El líder terrorista más sanguinario del país e iniciador de un conflicto que se saldó con al menos 70 000 víctimas había caído.
El reinado de terror que impuso Guzmán desde hacía 12 años hasta entonces, comenzaba a desmoronarse y la trascendencia de este hecho fue más que evidente. La noticia paralizó al país. Los ciudadanos celebraron incluso en las calles como en un día de fiesta. La esperanza regresaba.
Gracias a la amplia cobertura que la noticia recibió a nivel nacional e incluso internacional, hoy se puede reconstruir al detalle cada instante de aquel momento. Por supuesto, el hábil lente de las cámaras logró plasmar en imágenes toda la trascendencia de aquella ocasión.
Estas son las fotos emblemáticas que dan vivo testimonio de la historia de nuestro país: una historia que debe ser contada para nunca repetirse.