Parecía que tenían todo planeado, la manera de ingresar, cómo reducir al personal, hacia dónde dirigirse y cómo escapar.
Siete hampones forzaron la entrada del supermercado valiéndose de una herramienta hidráulica. Una vez dentro del local, sorprendieron a los tres vigilantes quienes, superados en número, no opusieron ninguna resistencia.
Como si hubieran planeado todo el robo, se dirigen directamente hacia su botín: un mostrador repleto de celulares y equipos de última generación. Luego trasladaron todo lo robado hacia un auto azul que los esperaba afuera y emprendieron la huída.
La policía llegó más tarde para realizar las investigaciones respectivas. El robo no solo afectó las ganancias del supermercado, sino también a los trabajadores de dicho establecimiento quienes no pudieron ingresar para cumplir con sus labores. El hecho ocurrió en el supermercado Metro, ubicado en el distrito de Independencia.