La huelga indefinida de maestros es un pan de cada día que también viene acompañado con gases lacrimógenos. La violencia también se ha convertido en una rutina en medio de la protesta. El clima de enfrentamientos no parece tener un final cercano y esto perjudica económicamente al comercio bancario, locales de restaurantes, tiendas y hasta el transporte público.
Los restaurantes fueron los primeros en resultar perjudicados, estos locales reciben a pocas personas. Las casas de cambio también se han visto afectadas por la huelga, porque desde hace tres semanas no llegan clientes.
Los locales comerciales de las avenidas Abancay, Tacna y Colmena palidecen ante la falta de consumidores. Las perdidas suman millones de soles que no solo se limitan a las tiendas, los 12 mil trabajadores y mil 500 microempresarios dependen de las ventas que, gracias a la huelga, han disminuido.