Mucho se habla de la obesidad de la policía en nuestro país sin embargo este es un problema que se ha vivido y se vive en gran parte de Latinoamérica, oficiales con unos kilitos de más que ha preocupado a los altos mandos de la institución.
En países como México, Bolivia y Ecuador se hicieron estrictos programas de alimentación y ejercicios pues el gran porcentaje de policías obesos iba en aumento, pero la mayoría o no asistió a los programas o simplemente hicieron trampa, porque pareciera que los botones del uniforme estuvieran a punto de pagar las consecuencias.
Es por ello que en algunas naciones optaron por destinar a los efectivos obesos a la policía comunitaria o tránsito urbano. Otros más estrictos a evaluarlos nuevamente para saber si están aptos para el cuerpo policial.
Y es que el problema es más serio de lo que parece, la obesidad los hace propensos a enfermarse de diabetes e hipertensión y también los limita a la hora de desempeñar sus importantes funciones, es decir muchos estaremos desprotegidos.