De enero a setiembre del 2016 se han reportado un millón seiscientos setenta y siete mil quinientos veinticuatro robos de celular a estudiantes.
En Mayo las calles aledañas a las universidades de la capital se tiñeron de sangre, en menos de 15 días, 14 estudiantes fueron baleados. Estos crímenes eran cometidos en muchos casos con el propósito de robar un celular.
Estudiantes que fueron víctimas de la delincuencia recibieron impactos de bala, como el caso de Michel Solís. La bala ingresó por su glúteo y comprometió órganos internos.
Fabrizzio Román de 18 años lo atacaron 4 sujetos y no contentos con intentar asaltarlo se aprovecharon de su enamorada realizándole tocamientos indebidos. Al intentar defenderla recibió un balazo en la cabeza. Los hechos ocurrieron en una calle de San Borja.
Daniel Tello, quien recién había cumplido 17 años intentó defender a su padre cuando eran atacados por 4 delincuentes y recibió 2 balazos en el pecho. El destacado alumno del colegio de la recoleta falleció en el instante.
Debido a la ola de muertes, se inició la campaña ni un celular robado más, esto por el evidente mercado negro que operaba a vista y paciencia de las autoridades. Más de 500 mil líneas fueron dadas de baja, por ello no compre celulares robados.
