La Navidad también se vivió en el Vraem con mucha alegría y mayor presencia policial. Personal del CUP VRAEM se tomó un tiempo para llevar alegría y regalos a unos 300 niños que viven en las comunidades nativas de Kiroshi, Shirumpiari y Otari, y la zona de Cristo Central.
Por unas horas, oficiales y subalternos dejaron de cargar sus armas de fuego que ayudan a combatir la delincuencia, para cargar cajas con panetones y regalos y así llevar un poco de alegría y esperanza a los niños de la zona del Vraem.