Luego que Estados Unidos admitiera bombardeos realizados al ejército sirio en la provincia de Deir Al-zur, donde decenas de soldados han perdido la vida, Rusia advirtió las consecuencias que esto traería si es que se siguen atacando estas posiciones.
Cerca de 300 mil personas, incluyendo 100 mil niños, aún se encuentran atrapados en los distritos controlados por los rebeldes en Alepo. Un enviado de la ONU manifestó su preocupación por los constantes ataques.
El observatorio sirio de derechos humanos precisó que los bombardeos también habían alcanzado puestos de salud, una ofensiva de gran envergadura para reconquistar la totalidad de la segunda ciudad de Siria.