El genial Cachay llegó hasta el corazón de Gamarra para organizar un concurso de belleza y buscar a los reyes y reinas de la primavera. El cómico dispuso todo lo necesario para que sea un gran evento y así lo fue. Con alfombra roja y con unos selectos jurados, se inició el certamen que congregó a cientos de curiosos.
Los participantes desfilaron uno a uno y el público dio su veredicto con sus aplausos. Pero para ganar el concurso no solo bastaba con tener buena presencia y carisma, también era necesario saber un poco de cultura general, sobre todo historia del Perú. Y ahí sí muchos fracasaron.
De hecho, el certamen de belleza fue tan concurrido, que incluso los niños se animaron a participar. Es el caso de una pequeña que no tuvo reparos en desfilar por la alfombra roja, robándose los elogios de la presente. La madre de la menor también se animó a pararse sobre la pasarela.