Esperanza Medina lleva casi 28 años esperando volver a abrazar a su hija Isidora Medina, quien se fue al caserío Florido, en Huánuco, para salvar su relación con el padre de sus tres hijos.
Doña Esperanza recuerda que la última vez que la vio fue cuando ella regresó de Huánuco advirtiéndole que su suegra había mandado a asesinarla acusándola de infidelidad. Sin embargo mantiene la esperanza de que su hija está viva.
Por su avanzada edad y de su deteriorado estado de salud, esta madre nos cuenta que tiene miedo de dejar de existir sin volver a ver a su hija y sin conocer a sus nietos.
Si usted tiene algún dato que aporte a resolver los casos de familias separadas puede enviarnos un mensaje al WhatsApp 961 855 668 o llamarnos a la ‘Línea del reencuentro’ 411-3365.