La adopción de mascotas no es tan sencillo como parece pues aún no existe una cultura amplia sobre el tema y al final muchas personas terminan comprando perros o gatos en las ya conocidas tiendas. Pero si un animal sano tiene pocas oportunidades, una mascota con algún tipo de discapacidad física la pasa peor.
Daisy nació con una deformidad congénita en sus patas delanteras y fue abandonada en la calle a los 2 meses de nacida. Por fortuna, un voluntario de un centro de animales en Los Ángeles la encontró y la llevo a un refugio con la esperanza de que fuera adoptada. Ahí apareció un día Sheena, una joven con mucho amor para dar.
“Yo estaba buscando un perro con necesidades especiales para adoptarlo y darle una vida feliz. Encontré a Daisy en el verano de 2011 y después de saber que los perros con discapacidad tienen dificultades para encontrar un hogar y son los primeros en ser sacrificados, se me partió el corazón”, dijo Sheena, quien adoptó a Daysi y ahora no puede vivir sin ella.