El polémico programa ‘Manos al fuego’, creado en Chile, es contactado por personas que sospechan de que sus parejas les son infieles, con el objetivo de descubrir cuánta honestidad y lealtad tienen por parte de ellos.
Los productores de este exitoso reality usan modelos y actores como carnada para que los ‘enamorados’ caigan en la trampa, pero también es un programa concurso donde los protagonistas pueden ganar dinero siempre y cuando no exista infidelidad.
En uno de los episodios, una mujer que estaba a un mes de casarse quería salir de toda duda quiso poner a prueba a su pareja que iba a cerrar un contrato a una funeraria. Ahí descubrió que su futuro esposo no solo empezó a coquetearle a la secretaria, sino que hasta le propuso trabajo.