Se hace llamar Urpi, pero su nombre verdadero es Mirabela Balagean. Nació en Bucarest y hace dos años convive con Alberto Sánchez Sinchi, peruano experto en tocar instrumentos folklóricos.
La joven padece de estrabismo, situación por la cual, según dice, fue rechazada en los escenarios de Rumania. Hoy en Perú conquista con su dulce voz y señala sentirse querida a pesar de su deficiencia.