En las aguas de Sudáfrica, un padre y su hijo buceaban cuando de pronto un enorme tiburón blanco estuvo a punto de morder en la cabeza a uno de ellos. El hijo grababa en vídeo a su padre mientras recorrían una parte de su trayecto y sorpresivamente captó el momento cuando el enorme escualo pasó a escasos centímetros de la cabeza de su progenitor abriendo sus mandíbulas, pero un rápido reflejo lo salvo de una muerte segura.
Por suerte para los buzos todo quedó en un tremendo susto ya que afortunadamente nadie salió herido.
La grabación rápidamente se viralizó a pesar de que algunas personas han señalado que dudan de la veracidad de las imágenes.