Cuando muchos pensábamos que ya no quedaban incas en nuestro país, aparece el último inca de Huaycán. Así lo afirma Antonio Sinchi Silva, quien provisto de una lampa y un colorido traje en representación a nuestros ancestros, se encarga de parchar huecos en pistas y dirigir el tránsito.
Para muchos conductores y transportistas del kilómetro 16 de la Carretera Central, Antonio Sinchi se ha convertido en el salvador de la accidentada vía. Algunos, incluso, afirman que hace la labor que los alcaldes dejan de hacer.
Dice representar al último Inca, Sinchi Roca, ya que además sería descendiente indirecto. Cada mañana pide colaboración a los transportistas de la Carretera Central para comprar los insumos necesarios para reparar los huecos y parchar la accidentada vía.
Antonio Sinchi es un mototaxista, pero cansado del mal estado de esa vía y ante la inacción de las autoridades, decidió ponerle fin por cuenta propia y de manera creativa. “Estoy contribuyendo con lo que puedo hacer y, además, me estoy generando un trabajo”, afirma el carismático conductor, que lejos de dejarse vencer por la adversidad le hace frente con alegría y mucho trabajo.