Son quizás los más afectados ante el inclemente frío que se vive por éstos días en Lima. Ellos no tienen un colchón, una frazada o algo caliente que los pueda abrigar como muchos si lo pueden tener. En esta crónica, Mónica Queirolo nos lleva a conocer un poco más de cómo son esas horas difíciles por las que tienen que pasar estos mendigos, a los cuales muchos ignoran al pasar.
El equipo de Al Sexto Día recorrió lo que se conoce como el Centro Histórico de Lima, en donde se topó con un caso en especial. El de Arturo. Un señor, de edad, que vive por las noches entre cartones, una manta totalmente desgastada y una perrita que lo acompaña fielmente, como para darle un poquito de calor.
Sobre las 3:30 am se empiezan a sentir los estragos de la cruda madrugada capitalina. Nuestra reportera describe perfectamente como se vive por esos instantes. Observa como el pobre Arturo empieza a ceder y evidencia con toda notoriedad los efectos de este duro invierno. "Mi vida nunca fue alegre, siempre fue dura, desde que nací", asegura pensativo Arturo.
Finalmente, Arturo y nuestro equipo tienen que levantarse de ese rinconcito ocasional que encontraron en las calles de la Alameda de Chabuca Granda, porque la policía y las luces fuertes de la movilidad del Serenazgo comienzan a desalojarlos de aquel lugar.
