Las autoridades italianas analizan permitir los viajes por todo el país, en determinados casos, a partir del 3 de junio, una medida que se enmarcaría en el plan de desconfinamiento que se inició el 4 de mayo, tras controlar los contagios de Covid-19.
El Gobierno señaló a inicios de mayo que el 18 de este mes abrirían los comercios pero, ante las críticas por la lentitud de su plan de apertura, busca ahora que los negocios reinicien actividades en las regiones donde la pandemia esté controlada.
También consentiría que los ciudadanos se muevan dentro de su misma región, pero no podrán hacerlo entre regiones, salvo por necesidades de trabajo, urgencia o salud, o para regresar a su lugar de residencia.
Italia impuso el 9 de marzo un confinamiento estricto para frenar la propagación del virus y casi dos meses después, el 4 de mayo, inició su desescalada tras comprobar que las cifras de contagios se estaban reduciendo.