El Ejército Peruano intervino a unas 30 personas al ser sorprendidos en plena fiesta bebiendo alcohol en el anexo Rosario de Asia.
Los jóvenes fueron obligados a formarse en la vía pública para hacer ejercicios físicos, los militares los llevaron trotando hasta la base militar, algunos tuvieron dificultades para correr, debido a que se encontraban en estado de ebriedad.
De acuerdo a los vecinos de Asia, este grupo de jóvenes había contratado un recinto hotelero para realizar la fiesta con bebidas alcohólicas y música a todo volumen.