Los fuertes dolores que soportó una menor ancashina de dos años de edad terminaron, especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña, le extirparon un tumor gigante de ovario de tres kilos.
Se trata de un “tumoración anexial bastante peligrosa que ocupaba casi toda la cavidad abdominal desde la pelvis hasta la región superior”, indicó Soledad García, jefa del servicio de Ginecología Infanto Juvenil del INSN-Breña.
Los tumores embrionarios malignos de este tipo son frecuentes en la primera infancia, algunas niñas lo desarrollan cuando se encuentran en el vientre de la madre.
La intervención a la pequeña fue exitosa y se recupera rápidamente, hoy se alimenta sin problemas y recorre los pasadizos del servicio de hospitalización, como señal de un buen pronóstico.