El cliente de un bar clandestino, en Tacna, se puso a llorar y se tiró al suelo luego de que fiscalizadores cerraran el local al que asistía de manera regular.
Testigos quedaron asombrados ante el llanto del hombre, que se encontraba aparentemente en estado de ebriedad, lo que explicaría su reacción. Las personas alrededor grabaron el desconcertante suceso pero nadie lo intervino; solo lo dejaron llorar.
Los trabajadores municipales descubrieron que el lugar funcionaba como cevichería de día y por las noches se convertía en una cantina, por lo que clausuraron el establecimiento.