Más de cincuenta cadáveres de diferentes países están "almacenados" en enormes contenedores, dentro de un galpón en el pueblo de Sergiyev Posad, cercano a Moscú de la empresa KrioRus. Este método consiste en no congela personas vivas, sino que en realidad, se presenta como un reemplazo del cementerio ya que en lugar de enterrar el cuerpo del difunto, lo congela y lo deja almacenado en un tanque, a la espera de que la ciencia desarrolle alguna técnica para revivirlos.
El secreto para que la criogenización funcione, usados por esta empresa es congelar a la persona prácticamente en el mismo momento en que se confirma su muerte. Si el cuerpo se mantiene a -196 grados, se conserva intacto, lo que posibilitaría resucitarlo cuando la tecnología esté disponible.
KrioRus ofrece dos alternativas. Una es preservar todo el cuerpo, opción elegida por 24 clientes, que están almacenados dentro de dos tanques con hidrógeno líquido y la otra opción, mucho más económica, es guardar la cabeza o el cerebro, a la espera de un transplante en el futuro.