Un valiente joven decidió actuar ante la constante inseguridad que se vive en Trujillo, y tomó justicia por sus propias manos, cuando su madre estaba siendo víctima de un grupo de delincuentes.
Las cámaras de seguridad de la zona captaron a la mujer regresando a su vivienda, y mientras bajaba de un carro blanco, fue interceptada por un par de malhechores.
El hombre al percatarse que su progenitora era atacada por los hampones, no dudó en intervenir. Tomando un objeto contundente, muy parecido a un fierro de gran longitud, enfrentó a los criminales, propinándoles un golpe que dejó a uno de ellos en el suelo, moviéndose con dificultad.
Este acto de valentía y determinación por parte del joven refleja la frustración y el hartazgo de muchos trujillanos ante la creciente ola de delincuencia que enfrenta la ciudad, y que parece nunca acabar.
