Una familia de ascendencia húngara tuvo la mala idea de bromear asegurando que tenían una bomba, a bordo del avión en el que se dirigían con destino a México. Fueron trasladados a la comisaría pero posteriormente los liberaron.
Los hechos ocurrieron cuando Daniel Demetrio Demetrio, acompañado de sus padres, llamó a la aeromoza y les pidió un vaso con agua asegurando que tenían una bomba. El vuelo fue suspendido por cinco horas y los pasajes de las tres personas fueron cancelados.
Personal de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX), llegó al aeropuerto para revisar el avión. Las Cabinas de pasajeros y las 113 maletas de los pasajeros fueron examinadas para encontrar el explosivo.
Personal de la Dirección de Seguridad Aeroportuaria trasladó a la familia hasta la comisaría, en donde horas después fueron liberados. Trascendió que el Ministerio Público será quien los sancione por cometer una falta grave.